19/8/09

No es fácil ser una Geisha... ni te digo una Maiko


Cuando escuchamos la palabra “Geisha”, se suceden una serie de imágenes. Esas delgadas mujeres envueltas en hermosos kimonos, caminando a pasitos rápidos y cortos por las estrechas calles de Kyoto, con la cara pintada de blanco, semejando a un mimo o a un Pierrot, con la mirada perdida, sumida en sus propios pensamientos.
Después de la desaparición de la figura del samurai, la Geisha junto con los luchadores del sumo, son el único exponente del pasado de Japón. La Geisha aún permanece con el paso del tiempo, después de más de 400 años, y en el presente sigue causando fascinación, y muchas preguntas en torno a ella.



La palabra GEISHA proviene de los fonemas chinos “Gei”, que quiere decir arte, habilidad, y “Sha” que significa persona. Eso es lo que representa una Geisha, una persona con la habilidad en distintas artes.

En la antigüedad, específicamente en la Era de Edo hasta la Era de Meiji, esta palabra se utilizaba para referirse sobre cualquier persona que perteneciera a las artes (poesía, teatro, pintura), pero se extendía a otros sectores (religioso, deporte, maestros de lenguas extranjeras, e incluso para referirse a los cirujanos de la época), también se designaba con este nombre a los que actuaban en locales cerrados o privados, que quizás es lo que se acerca también a la idea de la Geisha. La Geisha aparece en la Era de Edo, conocida también como “la Geisha machi”, la Geisha urbana.


La antecesora de la Geisha, son las odoriko, que eran las bailarinas, pero si nos remontamos años más atrás, podríamos sacar sus raíces del “kabuki odori” (bailarines del teatro ambulantes). Estas bailarinas, hermosamente ataviadas en Kimonos de seda, realmente eran hombres en su mayoría, y se encargaban de bailar ante los samuráis, de realizar la ceremonia del té, servirles sake, y de tocar el shamisen (instrumento de cuerda, parecido a la guitarra, pero de tres cuerdas, y con un sonido muy melódico), este baile era conocido como Okuni.
Estando sus raíces ligadas al teatro kabuki, podemos inferir que de allí también proviene la tradición de pintar su cara en blanco.
En la Era Edo, los que tenían el poder económico eran los comerciantes. Éstos buscaban formas de distracción, con lo cual los sitios donde se representaba el kabuki fueron en crecimiento. No solamente las artes fueron en crecimiento, sino también la prostitución, convirtiendo ciertos sitios en perniciosos. El shogunato de Tokugawa no vio con buenos ojos las representaciones del kabuki en el distrito de Yoshiwara, porque eran las causantes de que se hubiesen iniciado “nuevas practicas de placer". Esto motivó a su prohibición, y todo tipo de actividad de distracción fue establecida en lo que se denominó “distritos de placer”. Es decir, la prostitución no fue prohibida sino confinada a estos sitios, y bajo el control del gobierno.

En el año 1779, las Geishas fueron reconocidas como artistas, y se adoptó el sistema "Kenban" para supervisar a las geishas de la zona, y restringió su número por debajo de 100 artistas, protegiendo así a las geishas de que cayeran en la prostitución. El kenban, permanece aún hoy en día funcionando como una especie de sindicato de las geishas.



Las geishas y maikos vivían en “hanamachis” (ciudad de flores, hana=flor, machi=ciudad), que eran las ciudades autorizadas a que fueran habitadas por las mismas. En la actualidad, son cinco comunidades en Kyoto: Ponto-cho, Gion-Kobu, Gion-Higashi, Miyagawa-cho, y Kamishichiken. Las geishas de Kyoto hablaban en dialecto "kiotense", que se sigue hablando en la actualidad. En kiotense geisha es geiko.

Muchas prostitutas trataban de imitar el estilo de las geishas, pero no tenían la formación artística de éstas. Se vestían en kimonos, con exceso de maquillaje y excesos de adornos en el peinado, por lo que por nuevo edicto del shogun Tokugawa, y para protección de la imagen de las geishas, se obligaba a las mismas a moderar su vestuario y maquillaje para poder diferenciarlas de las prostitutas.


Quizás sea por ello que durante un tiempo se confundían a las geishas con éstas, porque vivían además en las casas de “lámparas rojas”, pero el caso es que no podemos decir que las geishas fueran prostitutas.

Ellas sólo se encargaban de distraer a los hombres, con amenas conversaciones, con danza, o tocando el shamisen. Las geishas y maikos que bailaban se denominaban Tachikata, y las que se dedicaban a tocar un instrumento, Jikata.
El tiempo de la geisha y maiko con cada hombre, se media en varitas de incienso, cuando ésta se consumía había finalizado su tiempo.

Las geishas y maikos, contaban con un pacto de silencio, por lo que cualquier hombre podía estar tranquilo con las conversaciones que se mantuvieran delante de ella, o con ella.

En esas zonas de placer, como eran llamadas, surgieron numerosa Ochayas, que son las casas de té donde las Geishas atienden a sus clientes


ETAPAS Y CEREMONIAS PARA SER GEISHA

Debido a la proliferación de esas Ochayas, y a la miseria y hambruna con la que contaban algunos campesinos de la época, las niñas eran vendidas a las Okiyas, que eran las casas donde vivían todas las Geishas, bajo la tutela de una Geisha anciana (Okami-san), a la que llamaban Okaasan (madre en japonés).
La niña vendida adquiría así una “deuda” con su compradora, que pagaría con el dinero que ofrecerían por ella, los hombres que solicitaran sus atenciones cuando se convirtiera en maiko, y más tarde en Geisha. A partir de allí, formaban parte del grupo de aprendizaje para ser Geisha, y en esta etapa la futura Geisha es conocida bajo el nombre de Shikomi. Al principio la Shikomi, realizaba tareas de servicio, y su formación se iniciaba con clases de canto, baile, modales, ikebana, ceremonia del té, shodô, pero también era importante que tuviera educación, y por tanto asistían al colegio.


Cuando la Shikomi alcanzaba la edad de 15 años, ésta era ascendida a ser maiko, que es la que antecede a la Geisha. Éste es el día más importante y especial, y se realiza una ceremonia preparatoria para su nombramiento.

La Shikomi debe encontrar una oneesan (hermana mayor en japonés), la cual será de ahora en adelante su tutora. Esta oneesan-Geisha, no tenía porque ser de la misma okiya, sin embargo era lo más común que así fuera.
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Antes del nombramiento, se celebra la ceremonia denominada omisedashi, que representa el debut de la maiko. Ese día, se cuelgan carteles o posters con el nombre de la nueva maiko y el de su oneesan, así como de la okiya a la que pertenecen. Se hacen pequeñas hojas con la misma información, las cuales se distribuyen en todas las okiyas del hanamachi. La costumbre también marca la distribución de servilletas con el nombre de la maiko, la oneesan y el kanji “kotobuki” que simboliza la enhorabuena.

Esas mismas servilletas, son realizadas en tela por los comerciantes de las boutiques de kimonos, y llevan bordada la información descrita anteriormente. Éstas reciben el nombre de mokuroku, que la nueva maiko recibe de regalo de estos comerciantes, de los clientes de su oneesan, y artistas-generalmente del teatro kabuki- del hanamachi. La Geisha también recibe estos regalos.
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La nueva maiko, recibe un nombre nuevo dado por su oneesan-Gueisha. La oneesan-Geisha se convierte en la guía, confidente, protectora, supervisora, y tutora de la nueva maiko asignada, y es a la que le corresponde continuar con el proceso de entrenamiento de la futura Geisha. Después de la ceremonia, la maiko ya es reconocida como tal dentro de la okiya y el hanamachi, es decir se ha hecho su presentación en sociedad.



Al día siguiente, se realiza la ceremonia del san-san-kudo (tres-tres-cambios). En esta ceremonia, la maiko y la oneesan-Geisha de ésta se ofrecen mutuamente sake (licor de arroz), y beben tres sorbos, de tres copas pequeñas (las utilizadas para beber el sake). Luego intercambian la copa con la okaasan de la okiya, y con los cinco testigos de la ceremonia. La ceremonia difiere un poco, dependiendo del hanamachi donde se desarrolle.



La nueva maiko continua con su etapa de aprendizaje, esta etapa se denomina Minarai. Es responsabilidad de la oneesan-Geisha, llevar a la maiko al ozashiki donde la maiko asistirá en calidad de oyente, y observadora del trabajo que realiza su Geisha hermana. Aprende las formas y maneras que debe tener una Geisha, conoce a potenciales clientes, y se da a conocer mientras está en su fase de entrenamiento. Durante esta etapa, la maiko continua con las clases en el arte que haya seleccionado (baile, canto, o música).
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Mientras transcurre su aprendizaje, y cuando su okaasan considera que ya es el momento, la maiko pasa a una nueva ceremonia que se denomina Mizuage. Ésta consistía en la desfloración de la joven maiko, o la venta de su virginidad, y marcaba su paso de ser considerada una niña a ser vista como una joven mujer. A veces el que ofrecía dinero por una maiko, luego se convertía en su danna, es decir en su protector, aunque la palabra significa literalmente “marido”, pero no se casaban con las maikos, y la mayoría de estos dannas ya estaban casados. La encargada de “negociar” la desfloración era la okaasan, y la ofrecía a los clientes habituales de alto poder adquisitivo, y bien vistos dentro de la okiya y del hanamachi, o al que manifestará su deseo de convertirse en su danna.

Después de la II Guerra Mundial esta práctica fue prohibida, así como la venta de las niñas a las okiyas. Hoy en día, las geishas y maikos que existen en Japón son por decisión propia, para mantener esta tradición, así como también corresponde a ellas la libre elección y selección de mantener o no relaciones sexuales, o de tener un danna.
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Aproximadamente cuando la maiko cumple 20 años, y siempre bajo el criterio de su okaasan, esa maiko que ha pasado el mizuage ya estará preparada para ser una Geisha. La ascensión de maiko a Geisha, se realiza nuevamente con una ceremonia denominada Erikae. En ella, la maiko cambia su forma de vestir, utiliza un kimono kosode en vez del furisode llevado hasta ahora, y cambia el cuello de su kimono de rojo a blanco, así como su maquillaje y peinado. A partir de ahora, el ser una geisha indica que es una mujer madura, y como tal se debe comportar.
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Oigo por ahí voces, mientras escribo, que dicen: ¡¡Me he hecho un lio con las maikos y las geishas!!

He hablado de las dos figuras , de la maiko y de la geisha, pero cómo podemos diferenciarlas. Realmente, hasta en le mínimo detalle lo podreís hacer.
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PEINADO

Maikos: Cuando la joven Shikomi llega a la etapa de Minarai, antes de su debut como maiko, su cabello debe haber crecido lo suficientemente largo para que pueda llevar los elaborados peinados que se realizarán con su propio pelo. En la elaboración de estos peinados, se utilizaban varios elementos decorativos llamados kanzashi. Estos son como orquillas planas forradas en coloridas sedas, de múltiples formas, tamaños y colores, y los mismos cuentan con una larga colección para cada mes del año, así como para cada estación. Utilizan además, trozos de cintas de seda llamadas kanoko, y el miokuri y kanoko-dome que son como una especie de peinetas, de forma rectangular en color rojo, dorado y bronce. El primer estilo de peinado que lleva la maiko, se denomina Wareshinobu



Cuando ha pasado el mizuage o tiene su danna, el estilo del peinado de la maiko cambia al Ofuku, que a pesar de que se parece al estilo Wareshinobu, en la parte trasera, el kanoko es remplazado por el chirimen-teragami, el cual es una cinta en forma triangular que se lleva insertada en la parte de arriba del moño, en vez de entrelazarlo dentro del moño como en el estilo Wareshinobu.

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A parte de estos dos estilos de peinados, las maikos utilizaban otros tres. El katsuyama o marumage, que es más utilizado en las épocas estivales, y que ya era conocido desde el siglo XVII. Éste lo llevan en las fiestas de Gion en el mes de julio, que era el mismo tipo de peinado que llevaban las mujeres casadas en las Eras de Edo y Shoowa. El yakko-shimada se reserva a las ocasiones especiales como festivales, banquetes, y en especial para el festival de año nuevo.

El estilo sakko es el reservado para el debut de la maiko en Geisha, y sólo se diferencia porque la maiko corta parte de su pelo de la coronilla, quedándole un poco en punta, expresando así su deseo de ser Geisha. En otros hanamachis, la tradición es distinta, ya que le dejan una especie de cola de pelo (pero que no es de su propio pelo) en el peinado y en la parte posterior, aproximadamente al nivel de la nuca, y tras una ceremonia esa cola se corta, y también expresa el deseo de la maiko de ser Geisha. Esta ceremonia, también era un ritual seguido en los matrimonios, y expresaba el deseo de la mujer de ser devota a su marido, y a la familia que con él tuviese.

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Curiosamente en occidente, especificamente en España, he oido muchas veces la expresión: "Me he cortado la cola", empleada por el género masculino, para indicar que ha sentado cabeza y que ha establecido una relación formal y duradera con una mujer. ¿Vendrá de Japón esta expresión?. Misterios.... =O)

No me aparto del tema, y sigo...

En otros hanamachis, se daba el caso de que utilizaban estos cinco estilos, y otros cinco estilos más, pero realmente existe poca información en cómo eran éstos.

Debido a lo elaborado de los peinados, y al coste económico que representaba, las maikos iban una vez a la semana al peluquero, y para no estropear su peinado, debían dormir en un omaku o makura, una especie de mueble de madera que lleva una pequeña almohada, donde se apoya la nuca.
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Para mantener el brillo y color del cabello, las maiko utilizaban una pasta a base de aceites y tintes que el peluquero colocaba antes del peinado. Debido a ese producto pringoso que llevaban por días, y a los constantes tirones de pelo en el peinado de sus largas cabelleras, las maikos sufrían de alopecia prematura. Para dar volumen a su peinado, usaban a extensiones de pelo, y trozos de papel.

Geishas: Las Geishas por su parte, hasta el año 1960 peinaban sus cabellos igual que las maikos, pero luego, cambiaron su costumbre por el uso de pelucas de pelo natural, que en japonés se llaman katsura. Éstas eran confeccionadas a la medida de la cabeza, y de la fisonomía de la cara de la geisha. Actualmente se ha convertido en un negocio, y existen tiendas especializadas en su confección.
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MAQUILLAJE

Maikos: El maquillaje de la Geisha y maiko, también es muy diferente. Las maikos pintan su cara de blanco, pero dejan una línea de piel sin pintar alrededor de la raíz del pelo, sus mejillas van pintadas con polvos color rosa oscuro. La parte de afuera del ojo va maquillado en rojo, así como las cejas, y a medida que va pasando el tiempo de aprendizaje, el color va pasando poco a poco al negro a través de mezcla de colores. Dependiendo de la jerarquía de la maiko, la forma de pintar sus labios también es distinta, en una primera fase sólo pinta en rojo el labio inferior, siendo el maquillaje del mismo por dentro de la línea natural de su labio, es decir reflejando un labio más pequeño que el que realmente tiene. Cuando la maiko ha avanzado en su aprendizaje, maquilla en rojo sus dos labios, pero al igual que en la fase inicial por dentro de la línea natural de sus labios.

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