El universo está lleno de anécdotas y de misterios aún sin resolver, de hecho, sólo conocemos una pequeña porción del mismo, pero ¿realmente lo conocemos bien? He aquí una lista de curiosidades sobre el Sistema Solar que pueden ayudarnos a conocer nuestra galaxia.
Muy poca gente sabe que la órbita de la Luna aumenta unos 3 centímetros por año, la Luna poco a poco se va alejando de la Tierra. Como la Luna no tiene atmósfera, ni viento, ni lluvia, las huellas que dejó Neil Amstrong podrían permanecer intactas durante millones de años. Sólo la caída de micrometeoritos pueden borrarlas.
Las galaxias son agrupaciones de estrellas. La palabra galaxia procede de la palabra griega que significa leche, galácticos. La Vía Láctea, la galaxia en la que vivimos, fue vista por los griegos como un chorro de leche derramada en el cielo por la diosa Hera tras negarse a que Hermes mamara de su seno.
La galaxia más cerca a la nuestra es Andrómeda, situada a 2.4 millones de años luz, y es el objeto celeste más lejano visible a simple vista por el ojo humano. La galaxia más lejana conocida está a 13.000 y está situada en el cúmulo de galaxias conocido como Abel 2218. Además, se estima que existen unos 14.000.000.000 de estrellas semejantes al Sol, en nuestra galaxia, y la que ostenta el nombre más largo pertenece a la constelación de Piscis: Torcularis Septentrionalis.
A lo largo de la historia, la duración de los días ha aumentado un promedio de 1.7 milisegundos por siglo, y la edad del universo es aproximadamente de diez o veinte mil millones de años. Si comparamos la duración del día y el año de los planetas del sistema solar con respecto al de la Tierra obtenemos los siguientes datos: en Mercurio un día dura 59 días terrestres y un año equivale a tres meses en la Tierra; en Venus un día son 243 días, y un año 7 meses; por su parte un día en Marte es igual que en la tierra, pero un año equivale a 10 meses y medio terrestres; Júpiter tiene un día de 10 horas y un año de 12 años terrestres; en Saturno los días duran 12 horas y los años son de 29 años y medio en la Tierra. Por su parte en Urano, el año se corresponde con 84 terrestres y el día tiene la misma duración que en la Tierra, al igual que en Neptuno, y tarda 165 años en su movimiento de traslación. Por último, y a pesar de que hay muchos científicos que no le consideran un planeta, Plutón tarda nada menos que 248 años en dar una vuelta completa al sistema, y 6 días en completar el movimiento de rotación.
El problema que plantea Plutón es que es un planeta muy peculiar. En primer lugar, su órbita no se mueve en el mismo plano que el resto de planetas del Sistema Solar, al igual que Mercurio, y su órbita es la más elíptica en vez de circular. Es el planeta más alejado del Sol, aunque su órbita tiene una zona que está dentro de la órbita de Neptuno. Además, los planetas más alejados del Sol son grandes, gaseosos y tienen varias lunas, y Plutón es el más pequeño y tiene un gran satélite llamado Caronte, mayor incluso que el propio planeta.
Venus, es el planeta que está más cercano a la Tierra y por eso es el más luminoso (seguido por Júpiter). Como está más cerca del Sol que la Tierra, sólo es visible al alba y tras la puesta de Sol. Lo mismo, pero en mayor medida, le pasa a Mercurio, ya que este está más cerca aún del Sol. Estos dos planetas, junto con Marte, Júpiter y Saturno se conocen desde la Antigüedad, ya que todos son visibles a simple vista. Urano, situado en el límite de la visibilidad humana, fue descubierto en 1781. Neptuno y Plutón, imposibles de ser vistos sin telescopio, fueron descubiertos en 1846 y 1930 respectivamente.
Júpiter es el planeta más grande del sistema solar y gira sobre sí mismo rapidísimo, en tan sólo 10 horas. Está formado por gases aunque se sospecha que tiene en su interior un pequeño núcleo rocoso del tamaño de la Tierra. La masa de Júpiter es sólo 8 veces menor de la necesaria para elevar la temperatura interna lo suficiente para iniciar la fusión y que se convirtiera en estrella. Si esto hubiese ocurrido el sistema solar tendría 2 estrellas y la vida en la Tierra no existiría ya que este planeta recibiría demasiada energía.
Saturno es el planeta conocido por sus anillos, formados por infinidad de pequeñas partículas heladas que giran como pequeñas lunas alrededor del planeta. Urano también tiene anillos, pero no son visibles desde la Tierra. Igual que la órbita de la Luna está inclinada con respecto a la órbita de la Tierra, los anillos de Saturno giran en una órbita inclinada con respecto a la órbita del planeta. Además, Saturno y la Tierra giran en el mismo plano y en sentido contrario por lo que desde la Tierra se puede ver a Saturno en distintas posiciones. Los anillos de Saturno tienen un espesor aproximado de unos 100 metros.
La Tierra es un imán, con sus dos polos Norte y Sur. Por eso, la aguja magnética de una brújula, que es otro imán, se orienta siempre en igual dirección. La fuerza magnética de la Tierra se debe a que la Tierra, al girar, hace girar su núcleo formado por hierro fundido que conduce la electricidad y produce un gran campo magnético. Los polos magnéticos de la Tierra no son fijos y varían lentamente. Actualmente el polo Norte está situado en la región ártica canadiense. Ha habido ocasiones en un pasado muy lejano en las que el polo Norte magnético estuvo situado en la Antártida.
El Sol es otro imán cuyo origen debe ser similar al de la Tierra, ya que el Sol también gira sobre su eje. El campo magnético del Sol parece invertirse cada 11 años aunque esto sigue siendo un misterio para el hombre. Parece ser que las manchas solares se deben a este campo magnético.
El Sol tiene suficiente combustible como para durar otros cinco mil millones de años, aproximadamente. Además, el Sol no está donde lo vemos. Efectivamente, la luz del Sol tarda unos 8 minutos en llegar desde el Sol hasta la Tierra, por lo que siempre vemos el Sol donde estaba hace unos 8 minutos. El Sol empezó a quemar hidrógeno hace unos 4600 millones de años y actualmente está en la mitad de su ciclo de vida. Antes de morir, el Sol se convertirá en una gigante roja y posteriormente en una enana blanca. Igual que el Sol, morirán todas las estrellas y morirán todas las que aún no han nacido. Finalmente, se cree que llegará un momento en el que no existan estrellas.
Las estrellas fugaces no son estrellas, sino meteoros que al entrar en la atmósfera terrestre se incendian por su enorme velocidad, dejando una estela luminosa en el cielo nocturno. Se pueden observar estrellas fugaces durante todo el año, pero hay una temporada en la que aumentan considerablemente con la llamada lluvia de las Perseidas o Lágrimas de San Lorenzo, por aparecer cada año en las vísperas de la festividad del santo.
Muy poca gente sabe que la órbita de la Luna aumenta unos 3 centímetros por año, la Luna poco a poco se va alejando de la Tierra. Como la Luna no tiene atmósfera, ni viento, ni lluvia, las huellas que dejó Neil Amstrong podrían permanecer intactas durante millones de años. Sólo la caída de micrometeoritos pueden borrarlas.
Las galaxias son agrupaciones de estrellas. La palabra galaxia procede de la palabra griega que significa leche, galácticos. La Vía Láctea, la galaxia en la que vivimos, fue vista por los griegos como un chorro de leche derramada en el cielo por la diosa Hera tras negarse a que Hermes mamara de su seno.
La galaxia más cerca a la nuestra es Andrómeda, situada a 2.4 millones de años luz, y es el objeto celeste más lejano visible a simple vista por el ojo humano. La galaxia más lejana conocida está a 13.000 y está situada en el cúmulo de galaxias conocido como Abel 2218. Además, se estima que existen unos 14.000.000.000 de estrellas semejantes al Sol, en nuestra galaxia, y la que ostenta el nombre más largo pertenece a la constelación de Piscis: Torcularis Septentrionalis.
A lo largo de la historia, la duración de los días ha aumentado un promedio de 1.7 milisegundos por siglo, y la edad del universo es aproximadamente de diez o veinte mil millones de años. Si comparamos la duración del día y el año de los planetas del sistema solar con respecto al de la Tierra obtenemos los siguientes datos: en Mercurio un día dura 59 días terrestres y un año equivale a tres meses en la Tierra; en Venus un día son 243 días, y un año 7 meses; por su parte un día en Marte es igual que en la tierra, pero un año equivale a 10 meses y medio terrestres; Júpiter tiene un día de 10 horas y un año de 12 años terrestres; en Saturno los días duran 12 horas y los años son de 29 años y medio en la Tierra. Por su parte en Urano, el año se corresponde con 84 terrestres y el día tiene la misma duración que en la Tierra, al igual que en Neptuno, y tarda 165 años en su movimiento de traslación. Por último, y a pesar de que hay muchos científicos que no le consideran un planeta, Plutón tarda nada menos que 248 años en dar una vuelta completa al sistema, y 6 días en completar el movimiento de rotación.
El problema que plantea Plutón es que es un planeta muy peculiar. En primer lugar, su órbita no se mueve en el mismo plano que el resto de planetas del Sistema Solar, al igual que Mercurio, y su órbita es la más elíptica en vez de circular. Es el planeta más alejado del Sol, aunque su órbita tiene una zona que está dentro de la órbita de Neptuno. Además, los planetas más alejados del Sol son grandes, gaseosos y tienen varias lunas, y Plutón es el más pequeño y tiene un gran satélite llamado Caronte, mayor incluso que el propio planeta.
Venus, es el planeta que está más cercano a la Tierra y por eso es el más luminoso (seguido por Júpiter). Como está más cerca del Sol que la Tierra, sólo es visible al alba y tras la puesta de Sol. Lo mismo, pero en mayor medida, le pasa a Mercurio, ya que este está más cerca aún del Sol. Estos dos planetas, junto con Marte, Júpiter y Saturno se conocen desde la Antigüedad, ya que todos son visibles a simple vista. Urano, situado en el límite de la visibilidad humana, fue descubierto en 1781. Neptuno y Plutón, imposibles de ser vistos sin telescopio, fueron descubiertos en 1846 y 1930 respectivamente.
Júpiter es el planeta más grande del sistema solar y gira sobre sí mismo rapidísimo, en tan sólo 10 horas. Está formado por gases aunque se sospecha que tiene en su interior un pequeño núcleo rocoso del tamaño de la Tierra. La masa de Júpiter es sólo 8 veces menor de la necesaria para elevar la temperatura interna lo suficiente para iniciar la fusión y que se convirtiera en estrella. Si esto hubiese ocurrido el sistema solar tendría 2 estrellas y la vida en la Tierra no existiría ya que este planeta recibiría demasiada energía.
Saturno es el planeta conocido por sus anillos, formados por infinidad de pequeñas partículas heladas que giran como pequeñas lunas alrededor del planeta. Urano también tiene anillos, pero no son visibles desde la Tierra. Igual que la órbita de la Luna está inclinada con respecto a la órbita de la Tierra, los anillos de Saturno giran en una órbita inclinada con respecto a la órbita del planeta. Además, Saturno y la Tierra giran en el mismo plano y en sentido contrario por lo que desde la Tierra se puede ver a Saturno en distintas posiciones. Los anillos de Saturno tienen un espesor aproximado de unos 100 metros.
La Tierra es un imán, con sus dos polos Norte y Sur. Por eso, la aguja magnética de una brújula, que es otro imán, se orienta siempre en igual dirección. La fuerza magnética de la Tierra se debe a que la Tierra, al girar, hace girar su núcleo formado por hierro fundido que conduce la electricidad y produce un gran campo magnético. Los polos magnéticos de la Tierra no son fijos y varían lentamente. Actualmente el polo Norte está situado en la región ártica canadiense. Ha habido ocasiones en un pasado muy lejano en las que el polo Norte magnético estuvo situado en la Antártida.
El Sol es otro imán cuyo origen debe ser similar al de la Tierra, ya que el Sol también gira sobre su eje. El campo magnético del Sol parece invertirse cada 11 años aunque esto sigue siendo un misterio para el hombre. Parece ser que las manchas solares se deben a este campo magnético.
El Sol tiene suficiente combustible como para durar otros cinco mil millones de años, aproximadamente. Además, el Sol no está donde lo vemos. Efectivamente, la luz del Sol tarda unos 8 minutos en llegar desde el Sol hasta la Tierra, por lo que siempre vemos el Sol donde estaba hace unos 8 minutos. El Sol empezó a quemar hidrógeno hace unos 4600 millones de años y actualmente está en la mitad de su ciclo de vida. Antes de morir, el Sol se convertirá en una gigante roja y posteriormente en una enana blanca. Igual que el Sol, morirán todas las estrellas y morirán todas las que aún no han nacido. Finalmente, se cree que llegará un momento en el que no existan estrellas.
Las estrellas fugaces no son estrellas, sino meteoros que al entrar en la atmósfera terrestre se incendian por su enorme velocidad, dejando una estela luminosa en el cielo nocturno. Se pueden observar estrellas fugaces durante todo el año, pero hay una temporada en la que aumentan considerablemente con la llamada lluvia de las Perseidas o Lágrimas de San Lorenzo, por aparecer cada año en las vísperas de la festividad del santo.
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